El Silbón


La Leyenda del Silbón

Hay personas que aseguran que la naturaleza humana sigue al individuo más allá de esta vida.

A la luz de estas creencias, si fuiste una persona buena, tu alma será un ser de luz; por el contrario, si en tu vida sembraste maldad, tu espíritu lo cosechará, y será una sombra oscura, que penará eternamente, sin hallar descanso.

Al parecer esta es la explicación del origen de uno de los protagonistas de las leyendas más temidas de los llanos venezolanos y colombianos: El Silbón.

Según el libro El Silbón: Realidad y Leyenda del coplero popular Dámaso Delgado, este espíritu es el alma en pena de un hombre, nacido en Guanarito, pueblo del llano venezolano, que mató a su padre y se comió su vísceras como asado, guardando sus huesos en un costal, que ahora carga por el resto de la eternidad.

Una de ellas, que también sitúan al lugar de nacimiento en Guanarito, cuenta la historia de un joven, que al llegar a su casa encontró a su padre violando a su joven esposa, con quien el joven llevaba poco tiempo de casado.

Al interpelar al padre, éste sólo se limitó a decir:

“lo hice porque era una regalada”.

Dicen que eso originó una pelea grave, cuerpo a cuerpo, entre padre e hijo, que terminó cuando el joven asfixió a su papá.

Cuentan que el abuelo, quien había visto toda la pelea, amarró al muchacho y como castigo le destrozó la espalda a latigazos, le rocío las heridas con ají, y soltó a un perro llamado Tureco para que lo persiguiera eternamente.

Así mismo, mientras el joven huía llano adentro, el abuelo lo maldijo, condenándolo a cargar eternamente con la pena de haber matado a quien le dio la vida:

“Eso no se le hace a su padre. ¡Maldito eres para toda la vida!”

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